Desearía poder tener una barca
para poder navegar los ríos de tu cuerpo
poder pasar esa frontera que has puesto
aunque sea de forma ilegal.
Ya no pediré permiso, solo quiero cruzar.
Lo haría como cualquier naufrago
pero aun no me animo a nadar.
Muéstrame aunque sea un madero
algo que me sirva de sostén.
No se con que fuerza tus aguas me van a enfrentar,
en caso los ríos enfurezcan su camino al bajar
No puedo arriesgar mi vida así
sin saber que hay detrás del valle que me dejas ver.
Tengo temor a encontrar un precipicio
por debajo de las cataratas tu río me mostró.
Se que tus aguas pueden ser violentas
pero también se como se las pueden calmar.
Jamás tendré temor
Solo respeto a los ríos de tu corazón
Tomás Thibaud
28 de mayo de 2003.