La
lluvia cae,
el
viento sopla.
Las
ramas se bambolean,
el
parque se inunda.
La
calle se hace intransitable,
las
aves se anidan.
La
gente se refugia,
las
ranas ya no cantan.
Los
aguaciles se volaron.
Todo
es soledad.
Sin
embargo todo continua,
la
vida no termina.
Siempre
algo nuevo aparece:
la
lluvia parará
y
el viento calmará.
Las
ramas se estancarán
y
el parque secará.
Las
aves volarán
y
la gente saldrá a amar
Las
ranas saltarán
y
los aguaciles cantarán.
La
soledad se perderá
y
en compañía despertare.
La
vida continua
La
vida no termina
Tomás
Thibaud
2
de febrero de 2003