Carta de la mente a su persona

 

Me detengo a pensar

como si nada alrededor me sucediera.

Simplemente, me siento,

y pienso.

 

Claro que son muchas

las cosas que imagino.

Son muchas las situaciones que recuerdo,

pero siempre es el mismo interés

el que me detiene.

 

Me detiene el pensar en tí.

El creer que sos todo para mi.

El sentir que sos la razón de mi existir.

 

Me detiene pensar  y pensarte.

Sí, pensarte, como quisiera que fueras

y muy lejos no estas de serlo.

Simplemente te faltan cumplir algunas metas propuestas,

pero lo que has venido siendo

esta muy bien.

 

A veces puede ser que te equivoques

pero de nada servirá arrepentirse.

Mas vale guiarse por aquellos errores

para no volver a tropezar con el mismo.

 

Muchos años  tienes

pero no imaginas los que aún faltan.

Llegaras a ser vieja

y para ello muchas mas experiencias vivirás.

Algunas, hasta inimaginables

o quizás en este momento te juegues por decir imposibles.

Pero llegarán.

Sí , algún día, llegarán.

 

Por eso, al ser tantos los años que faltan

y al ser difícil de conocer cual será tu futuro

debes vivir el presente

aprendiendo de lo vivido y preparándote para lo que viene.

Simplemente recuerda

que es importante que vivas el hoy

no sólo porque no sabes lo que vendrá

sino también porque debes aprender a disfrutar.

 

Disfruta lo que es bueno,

disfruta lo que tienes,

y lo que es mas importante disfruta de la gente;

alégrate por los que tienes a tu lado

y vive los momentos como si fuesen únicos.

 

Tu ya las raíces bien amarradas las tienes

sin embargo, día a día seguirán creciendo

y deberás saber que camino

decirles que tomen como guía.

Es decir no creas que porque las raíces estén

puedas hacer lo que quieras

porque el tronco se puede torcer.

 

Sabes bien que te estoy hablando a tí:

cuerpo que me contienes

junto a los demás.

Pero tu eres la persona y yo la mente que te guía.

 

Para despedirme

te pido que te dejes guiar.

Que no te dejes atrapar por el encierro.

Empieza a volar, aprender, vivir y disfrutar

empieza a sentir lo que es crecer.

Y no te dejes nunca engañar.

 

Tomas Thibaud

22 de mayo de 2002