Hoy quise publicar mi libro
y no he podido.
Hoy comenzó la feria
y mi libro no ha asistido.
Hoy pase por la librería
y mi libro no estaba en la vidriera.
Que bueno que has llegado a tiempo
pues las ideas todavía están en mi cuerpo,
y las esperanzas continúan vivas
junto a todas mis poesías.
Sinceramente es un sueño
poder ver algún día
mi libro en una avenida,
o mis poesías en tu estantería.
Todo esto suena muy lindo
pero para que pueda ser cumplido
necesito darle un soplido.
Como aquel soplido con el que Dios nos dio vida
aquel soplido que necesitamos cada día.
Las cosas no nacen porque si
todas tienen su razón para existir.
Y como soy fiel a lo que siempre sentí
este libro algún día lo voy a ver nacer
y a ti te lo van a poder leer.
Tomás Thibaud
18 de abril de 2003.