Reportaje


Entrevista con Gabriel Macchiavello, de Rattagan Macchiavello Arocena & Peña Robirosa

"Se debería mejorar la tarea de las cámaras empresariales para hacer conocer sus necesidades y propuestas en la cuestión ambiental"

 

¿Cómo cree usted que se encuentra posicionada la temática ambiental en el contexto gubernamental?
Es un tema que indudablemente ha tomado importancia en el último tiempo, no sólo por la cuestión de las papeleras del Uruguay, sino porque la comunidad ha incorporando la cuestión ambiental a sus temas de interés.
Es claro que no se ve aún en el gobierno que el tema tenga importancia, más allá de las papeleras en el conflicto con el país vecino. Aunque creo que esto seguramente irá a cambiar, para este gobierno y los que le sigan. La ubicación de una secretaría en el ámbito de la administración pública en una mejor posición jerárquica le permitirá al gobierno definir una política ambiental nacional, mediante el cual se puedan fijar objetivos y estrategias para mejorar la situación ambiental del país.

¿Encuentra usted en el país las tecnologías adecuadas para las cuestiones ambientales, o son éstas insuficientes?
Por supuesto que existen tecnologías ambientales ya sea en el país o en el extranjero. Cantidad de empresas han incorporado tecnologías limpias e invertido mucho en la protección del ambiente.

¿Cree usted que nuestra legislación es suficiente para prevenir/mitigar el deterioro ambiental o son necesarias más normas?
Si por supuesto es suficiente, a pesar de que es necesario hacer ajustes y adaptaciones. Las leyes de presupuestos mínimos deben implementarse en las provincias, lo cual no es tarea fácil. Sin embargo, lo cierto es que las provincias tienen suficientes normas ambientales a fin de prevenir o mitigar deterioros al ambiente. Lo que falla en general es la aplicación e implementación. La aplicación limitada de la legislación ambiental se debe a la falta de interés de determinados gobiernos provinciales, falta de presupuesto o bien falta de capacidad técnica.

¿Qué medidas tomaría usted para que los asuntos ambientales tengan más importancia al momento de la toma de decisiones empresarias y/o políticas?
Creo que lo más importante es encarar un plan para las pequeñas y medianas empresas hacer estudios intentando determinar sus principales problemas y luego de manera consensuada con el empresario, fijar un plazo de adecuación para cumplir con las normas. Una vez al año se les debiera exigir la presentación de auditorías para determinar el grado de cumplimiento. S no cumplen determinar el motivo, y sí se observa negligencia, allí si aplicar sanciones. Todo esto tiene que ser un proceso gradual, que implica una clara política del estado en este sentido. Ello está previsto en la ley general del ambiente mediante el principio de progresidividad.
Obviamente a las empresas grandes y multinacionales, también, se le podría dar algún tipo de incentivo para adoptar estándares más exigentes y que reduzcan sus impactos al medio ambiente.
No soy de la idea que deben destinarse fondos públicos para subvencionar a las empresas para mejoras ambientales, pero sí otro tipo de incentivos tales como deducciones al impuesto a las ganancias o devolución del IVA por incorporación de tecnologías limpias, o reducciones a los impuestos territoriales ante la comprobación de que se han logrado las metas de mejoras acordadas.
Otra forma de incentivos es crear un mercado de permisos de emisiones y vertidos transables, pero claro, eso requiere al menos contar con una línea de base ambiental, que aún nuestro país no cuenta.

¿Cree usted que la educación influye en el cuidado del medio ambiente?
No soy especialista en el tema educativo, pero sin duda creo que educar en este sentido es muy beneficioso para la sociedad. Y creo que la educación no debe ser realista conociendo los problemas y la necesidad de resolverlos racionalmente.

Las empresas han avanzado en la temática ambiental a partir de los 90’. ¿Qué acciones de gobierno propondría para acelerar el proceso en las próximas dos décadas?
Como dije, un plan o moratoria ambiental para que las empresas que no cumplen con las normas, lo empiecen a hacer y las que la hacen en forma deficiente, mejoren su situación. Eso requerirá un previo acuerdo entre los gobiernos provinciales y nacional a fin de establecer un criterio unificado para contar con un diagnóstico de la situación industrial del país. Y el ámbito adecuado para ello es, sin duda, el COFEMA. Pero cuidado, no creamos que los problemas ambientales en el país los generan únicamente la industria. Habrá que revisar temas tan relevantes como la desertificación, extinción de especies, etc.
Un tema que el estado debería resolver son los pasivos ambientales que se encuentran en lugares públicos o abandonados. La ley general del ambiente prevé la creación de un fondo de compensación ambiental. Se debería analizar bien como debe funcionar ese fondo, quien debe aportar al mismo y quien administrarlo. Ese fondo debería servir para resolver problemas de contaminación histórica, como el Riachuelo, entre otros.

¿Cree usted que el sistema educativo brinda un mensaje adecuado acerca de la función de las empresas y de los empresarios, en la temática ambiental?
Creo que no, pero no sé si el sistema educativo debe brindar mensajes de lo que hace el sector empresarial al respecto. Tal vez esa función la debe tener la prensa y las propias empresas. Observamos que el periodismo conoce muy poco de esta temática y cuando lo aborda, en general, lo efectúa de modo superficial, porque seguramente la nota escandalosa tiene mas impacto en los lectores que una análisis serio de los problemas de contaminación.

Usted que está familiarizado con la temática ambiental, ¿qué dificultades encuentra cuando debe dirigirse a la comunidad? ¿Entiende la opinión pública los problemas que enfrenta el sector empresario?
Es muy difícil pare mí referirme a la comunicad como algo homogéneo. La comunidad está integrada por personas de diversos niveles sociales y culturales. Pero en general, no es fácil comprender la temática ambiental, aún para quienes estamos dedicados al tema. Hoy existen diversas técnicas de comunicación que han demostrado aportar elementos positivos para que se comprenda el esfuerzo que efectúan ciertos industriales para incorporar tecnología y mejoras ambientales a su gestión empresarial. Creo que allí hay todavía bastante que hacer, porque los grupos ambientalistas están muchas veces mucho más preparados para difundir sus ideas y establecer ciertas creencias fundamentalistas en la opinión pública.

¿Qué propondría usted para que los medios reflejen también las externalidades positivas ambientales empresarias?
Existen publicaciones especializadas, páginas de Internet, las mismas empresas cuentan con canales de comunicación a la comunidad. Pero si hay algo que creo que se debería mejorar es la tarea de las cámaras y asociaciones empresariales para hacer conocer las necesidades del sector y propuestas en la cuestión ambiental. Sin embargo, no es tarea sencilla porque existe la creencia de que el sector industrial es responsable de todos los problemas de contaminación que existe en nuestro país. Nadie piensa en el automovilista que no efectúa mantenimiento a su vehículo, o quien pone fuera de servicio el catalizador del automotor, no se lo ve como un violador de normas ambientales, simplemente se lo tolera como algo normal. Esa mentalidad debe cambiarse. A partir de allí la sociedad condenará duramente al incumplidor y premiará aquel que positivamente incorpora la cuestión ambiental a su gestión empresarial. Lo que ocurre es que los grupos ambientalistas, con una posición en general anticapitalista, se ocupan de poner el foco en las empresas grandes y multinacionales.