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Kirchner inauguró del tramo
ministerial de la COP 10 “Los
acreedores financieros no admiten hacerse cargo de la deuda ambiental
que contrajeron con los países menos desarrollados” El presidente
enfatizó la necesidad de establecer mecanismos equitativos
para enfrentar el cambio climático. Dijo que mientras los
países pobres enfrentan deudas de increíble peso,
“los países ricos rehuyen los compromisos o dilatan
la materialización de los aportes prometidos” a los
fondos creados para atender el problema del cambio climático.
En su discurso inaugural del Segmento de Alto Nivel
de la décima Conferencia de las Partes de la Convención
de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, el presidente
Kirchner se refirió a la falta de cumplimiento de los países
ricos del compromiso ambiental que contrajeron como deuda con
los países menos desarrollados. “Si superponemos
el mapa mundial de la pobreza y el endeudamiento financiero de
los países con el mapa mundial de la ubicación de
las mayores extensiones de activos ambientales que aportan al
mantenimiento de la biodiversidad, es fácil advertir su
coincidencia. Del mismo modo, si superponemos el mapa de los acreedores
financieros con los países que mayor contribución
realizan a la degradación que produce el cambio del clima
del mundo, encontraríamos simétricas coincidencias”,
señaló. Para el presidente “ningún
acuerdo será apropiado si fracasa en la incorporación
de mecanismos para compartir equitativamente las cargas que resulten
de los esfuerzos de mitigación y adaptación que
se deberán materializar”. Kirchner llegó a las 10:15 de la mañana
a La Rural y fue recibido por el presidente de la cumbre, el Ministro
de Salud Ginés González García y la Secretaria
Ejecutiva de la Convención, Joke Waller Hunter. Luego de
la bienvenida de González, la Secretaria se refirió
a los 10 años de la convención y a la entrada en
vigor del Protocolo de Kyoto dentro de 63 días. “Se
ha creado un nuevo bien, el carbono, y está en funcionamiento
el Mecanismo para el Desarrollo Limpio”, dijo. Además,
señaló que se hicieron “importantes progresos
para promover la adaptación y el apoyo a los países
vulnerables”. Finalmente, hizo entrega de un ejemplar en
español de la publicación de la convención
“Los diez primeros años” al presidente argentino. Klaus Toepfer, Director Ejecutivo del Programa de
las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) leyó
un mensaje del Secretario General de la ONU, Kofi Annan, quien
pidió especial atención a dos próximas reuniones
internacionales: la de Evaluación del Programa de Acción
de Barbados y la Conferencia Mundial de Reducción de Catástrofes
en Kobe, que había sido un punto de discusión con
la delegación de los Estados Unidos. Finalmente, durante su menaje, el presidente Kirchner
expresó su preocupación por “los efectos negativos
que el deterioro de la capa de ozono y el cambio climático
pueden causar en este extremo sur del continente y en la Antártida”
y en “las condiciones de producción de nuestros países”.
“El cambio climático agravará las ya insoportables
condiciones de pobreza y hambre en todo el mundo”, dijo
y señaló que el costo del cambio climático
resulta “más gravoso para los países en desarrollo,
para los más vulnerables, para los que menos han hecho
para provocar esta catástrofe”. “No podemos aceptar que sociedades enteras
estén condenadas a la desaparición sólo porque
en algún otro lugar del mundo no se acepta asumir el esfuerzo
necesario para evitar que eso suceda”, apuntó e instó
a un compromiso que no fuera “retórica del compromiso”. En otro pasaje de su discurso, hizo mención
a políticas y medidas del gobierno nacional para la contribución
a la lucha contra el cambio climático. Señaló
que se está trabajando en la promoción de energías
de fuentes renovables, en la búsqueda de la eficiencia
energética y en la preservación de los bosques nativos. Al referirse a la inequidad dijo que “no es
posible que los estados en desarrollo reclamen angustiados pero
sean desoídos. Es imperioso escuchar sus demandas. Los
países que corresponden a las sociedades más evolucionadas
tienen muchos más recursos de capital y tecnológico
para hacer frente a los efectos adversos del cambio climático.
Además, a diferencia de los países en desarrollo
no están sometidos a la carga de la deuda externa”.
Al respecto, insistió en el diseño y aplicación
de un mecanismo para compartir las cargas en función de
las responsabilidades. “La equidad debe estar en la base
de las determinaciones que se tomen en esta conferencia”,
afirmó. Luego apuntó contra los acreedores financieros:
“Advertimos que quienes cargamos con deudas de increíble
peso en materia financiera somos a la vez los mayores acreedores
ambientales en el planeta, en cuanto constituimos una verdadera
reserva ambiental que no recibe ningún tipo de compensación
por parte de sus deudores ambientales. Los acreedores financieros
que resultan implacables con sus deudores, no admiten hacerse
cargo de la deuda ambiental que tienen contraída con los
países menos desarrollados”. “Mientras los países en desarrollo cargan
con el costo de una deuda externa que es entre 4 y 8 veces mayor
de los costos estimados del cumplimiento de los compromisos para
los países industrializados del Anexo I como consecuencia
de la aplicación de las reglas del protocolo de Kyoto,
los países ricos rehuyen los compromisos o dilatan la materialización
de los aportes prometidos para los diversos fondos creados con
objeto de atender el problema del cambio climático”,
señaló. “No existen razones para incumplir estos compromisos”,
dijo el presidente. “Lo que está sucediendo es consecuencia
directa de los subsidios ambientales implícitos que recibieron
de los países en desarrollo al usar un bien común
global sin costo a lo largo de dos siglos de desarrollo industrial”. Néstor Kirchner concluyó su discurso exhortando
a los países desarrollados para que contribuyan a modificar
la tendencia al crecimiento de las emisiones de gases de efecto
invernadero y “ayuden a iniciar un movimiento hacia la equidad
en el volumen de las emisiones por habitante”. Permitida la reproducción |
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